TheNakedApe Manifesto


Friday, March 31, 2006

Un castigo

No soy una persona de creencias religiosas, no creo en Dios, no creo en el alma, no creo en el cielo ni en el infierno, ni siquiera creo en la vida después de la muerte. Por lo tanto pienso que las faltas deben castigarse en vida, sobre la tierra. Y no me refiero a las leyes, ni a ningún otro sistema de reglas normativas que deban cumplirse ciegamente; hablo de justicia.
Cada vez que siento que alguien está actuando o ha actuado de forma injusta conmigo o con alguien más pienso en un castigo directamente proporcional a su falta. En algunos casos yo mismo me encargo de proporcionar el castigo.


Saturday, March 25, 2006

El anhedonismo se instala furtivamente

En su estudio de las formas que asume el masoquismo en el hombre moderno, Theodor Reik propone una interesante idea. El masoquismo está más difundido de lo que uno imagina porque asume una forma atenuada. El dinamismo básico consiste en lo siguiente: el ser humano percibe como inevitable algo malo que está por sucederle. No hay modo de que pueda detener el proceso; se encuentra desvalido. Esta sensación de desvalimiento genera la necesidad de ganar algún control sobre el dolor que está por delante; cualquier clase de control. Esto no carece de sentido; el sentimiento subjetivo de desvalimiento es más doloroso que el infortunio que se tiene por delante. De modo que la persona gana control de la situación de la única manera a que tiene acceso: consiente el acaecimiento de infortunio; lo apresura. Esta actividad de su parte produce la falsa impresión de que goza con el dolor. No es así. Sencillamente no puede seguir soportando la invalidez o la supuesta invalidez. Pero en el proceso de ganar control sobre el infortunio inevitable se vuelve automáticamente anhedonista (lo cual significa no tener capacidad o disponibilidad para el goce del placer). El anhedonismo se instala furtivamente. Con el correr de los años se posesiona del sujeto. Por ejemplo, aprende a postergar la gratificación; este es un paso del triste proceso del anhedonismo. Al aprender a postergar la gratificación, experimienta la sensación de tener autodominio; se vuelve estoico, disciplinado; no cede al impulso. Tiene control. Control sobre sí en términos de los propios impulsos y control sobre la situación externa. Es una persona controlada y controladora. No tarda en ramificarse y empieza a controlar a los demás como parte de la situación. Se convierte en un manipulador. Por supuesto, no tiene conocimiento conciente de esto; todo lo que pretende es disminuir la sensación de impotencia. Pero en el proceso de lograrlo, insidiosamente somete la libertad de los demás. No obstante, no obtiene el menor placer de todo esto, no obtiene la menor ganancia psicológica; todo lo que obtiene es esencialmente negativo.


Fragmento de SIVAINVI de Philip K. Dick


Monday, March 20, 2006

Vacaciones intelectuales

La semana pasada decidí tomarme unas vacaciones intelectuales. Me tomé una semana de vacaciones en el trabajo pero no viajé a ningún lado, me quedé en mi casa. Es un experiencia que le recomiendo a todos los que tienen que trabajar con un horario fijo, prueben lo que serían sus vidas sin tener que trabajar. Yo creo que podría acostumbrarme a ello.


Friday, March 17, 2006

Tiempos difíciles. La soledad.

Siento que nos estamos quedando solos, que cada vez nos entendemos menos. Nuestras vidas están llenas de enormes conflictos producidos por pequeños mal entendidos. No estoy seguro si dejamos de escucharnos o dejamos de entendernos.
Aparecen conflictos que se repiten y lo único que se hace es echarse culpas mutuas, nadie parece estar dispuesto a entender el punto de vista del otro, nadie parece detenerse a pensar que quizás el origen esté en un mecanismo mucho mayor que los individuos involucrados en el conflicto.

Muchas veces se busca escapar de la soledad con el afecto de una pareja. Sin habilidad para relacionarse y con el apremio de la angustia se encuentra a la pareja en otra persona cuya única virtud es la aceptación; con la que únicamente se comparte este miedo. Inseguros y sin comprenderse mutuamente, se encuentran atrapados en largas relaciones de insatisfacción temiendo no poder hacerlo mejor, temiendo no volver a ser aceptados.

La tecnología solo empeora las cosas. Se forman relaciones a distancia, se hace mas común que kilómetros nos separen de las personas queridas. El estar permanentemente conectados solo hace que la gente nos extrañe menos, solo hace mas evidente que no hay nadie escuchando cuando queremos hablar. La gente prefiere quedarse encerrada en sus casas con sus programas de televisión, pobre entretenimiento que les ayuda a fingir que todo esto no está pasando.

Tenemos todo, nos dan todo lo que necesitamos, podemos hacer cualquier cosa, pero no tenemos nada por lo que luchar; no hay mejor motivo que este para llenarse de tristeza. Somos los hijos mantenidos de la familia rica de la información, conectados con todos pero sin nada interesante que decir, sin ganas de hablar, tirados en la cama deprimidos porque no tenemos necesidad de levantarnos.

Nos hemos quedado solos, cada uno de nosotros, sin un amor que nos conforte, sin un amigo que nos ayude, sin siquiera un enemigo que nos ataque de frente.


Tuesday, March 07, 2006

Faltan tres cosas.


- Desde luego, usted no puede saber esto, sigue sin entender lo que quiero decir con mis palabras. Intuitivamente, tiene usted razón, y eso es lo que importa. Faltan tres cosas.

Primera. ¿Sabe por qué libros como éste son tan importantes? Porque tienen calidad. Y, ¿qué signiifica la palabra calidad? Para mí significa textura. Este libro tiene poros, tiene facciones. Este libro puede colocarse bajo el microscopio. A través de la lente, encontraría vida, huellas del pasado en infinita profusión. Cuantos más poros, más detalles de la vida verídicamente registrados puede obtener de cada hoja de papel, cuanto más "literario" se sea. En todo caso, ésa es mi definición. Detalle revelador. Detalle reciente. Los buenos escultores tocan la vida a menudo. Los mediocres sólo pasan apresuradamente la mano por encima de ella. Los malos la violan y la dejan por inútil.
¿Se da cuenta, ahora, de por qué los libros son odiados y temidos? Muestran los poros del rostro de la vida. Vivimos en una época en que las flores tratan de vivir de flores, en lugar de crecer gracias a la lluvia y al negro estiércol. Sin embargo, pensamos que podemos crecer, alimentándonos con flores, sin completar el ciclo, de regreso a la realidad. Bueno, ahí está lo primero que he dicho que necesitábamos. Calidad, textura de información.
- ¿Y lo segundo?
- Ocio.
- Oh, disponemos de muchas horas después del trabajo.
- De horas después del trabajo, sí, pero, ¿y tiempo para pensar? Si no se conduce un vehículo a ciento cincuenta kilómetros por hora, de modo que sólo puede pensarse en el peligro que se corre, se está interviniendo en algún juego o se está sentado en un salón, donde es imposible discutir con el televisor de cuatro paredes. ¿Por qué? El televisor es "real". Es inmediato, tiene dimensión. Te dice lo que debes pensar y te lo dice a gritos. Ha de tener razón. Parece tenerla. Te hostiga tan apremiantemente para que aceptes tus propias conclusiones, que tu mente no tiene tiempo para protestar, para gritar: "¡Qué tontería!"
- ¿Adónde iremos a parar? ¿Podrían ayudarnos los libros?
- Sólo si la tercera condición necesaria pudiera sernos concedida. La primera, como he dicho, es calidad de información. La segunda, ocio para asimilarla. Y la tercera: el derecho a emprender acciones basadas en lo que aprendemos por la interacción o por la acción conjunta de las otras dos.


Fragmento de Fahrenheit 451 de Ray Bradbury.


Thursday, March 02, 2006

Una vieja página


Hace unos años un buen amigo me envió por mail esta página escaneada y subrayada tal cual la pongo aquí. En este momento no recuerdo el motivo por el que me la envió, pero si es seguro que las largas discuciones que he tenido con él me han ayudado a iluminar los senderos del pensamiento que me resultaban más oscuros de transitar.
Ahora, despues de tanto tiempo, vuelvo a encontrar esta página y al leerla se renueva la luz que me permite retomar el camino del que me estaba desviando.
Espero no volver a olvidar lo que dice y no perder jamás esta vieja página.