Juegos de pareja
- ¿Te gustaría jugar una mano al chinchón?
La mujer acepta con entusiasmo.
Despues de jugar un par de manos la mujer dice:
- Bueno, ahora juguemos un rato a la escoba de quince.
- No me gusta la escoba de quince. - Responde el hombre.
- Pero yo acepté jugar al chinchón un rato con vos, sería justo que ahora juguemos un rato a lo que yo quiero.
- Yo te invité a jugar al chinchón, nada más. En ningún momento dijimos que ibamos a jugar un rato a lo que yo queria y otro rato a lo que vos querias.
- Pero no es justo, yo ya estuve jugando al chinchón con vos, te dí el gusto, ahora quiero jugar a la escoba de quince.
- En ningun momento me pareció que me estuvieras dando el gusto, parecias muy entusiasmada cuando te invité a jugar.
- Es que yo estaba entusiasmada pensando en el momento en el que nos pusieramos a jugar a la escoba de quince, es lo lógico; el chinchón está bien por un rato, pero cualquiera sabe que despues hay que jugar a la escoba de quince.
- Yo te invité a jugar al chinchón y nada más. Pero si tenes tantas ganas de jugar a la escoba de quince podes ir a jugar con ese otro hombre que está en la mesa de ahí.
- Pero no quiero jugar con nadie más a la escoba de quince, vos sos la única persona con la que me interesa jugar.
- Bueno, disculpame, pero yo no tengo ganas de jugar a la escoba de quince. Asi que como yo no tengo ganas de jugar a la escoba de quince y vos no tenes ganas de seguir jugando al chinchón me parece que no vamos a poder seguir jugando.
La mujer enojada revolea las cartas por el aire, insulta al hombre, lo acusa de haberla hecho perder el tiempo con esas manos de chinchón y se retira. El hombre, ya sin sus cartas, empieza a sentirse angustiado.